Breve historia de un cambio anunciado - TV, TS, TG Y FEMINIZACION

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viernes, 25 de noviembre de 2022

Breve historia de un cambio anunciado



De: BRENDA CALMAN

Un comentario de autor 


El presente material escrito no busca ofender, denigrar, estigmatizar o encasillar a un grupo particular. Los personajes, si bien son fruto de la imaginación, beben de la experiencia propia y de la vida cotidiana. 


El contenido de la presente obra toma experiencias y relatos, sueños y fantasías; la finalidad radica en el entretenimiento y la exploración. Esta breve historia intenta explorar otra manera de aproximarse al otro, busca otra manera de amar, odiar, vivir y morir. 


Este escrito corresponde a la primera parte de 3 escritos, por lo cual el final de este primer texto es el inicio de una continuación ya formulada y pensada para concluir en el último "libro". 


Brenda Calman.


Capítulo I 


12 de febrero de 2020 


Es miércoles, mitad de semana... Los problemas con Isabella han aumentado. Creo que desde hace dos meses no había vuelto a escribir con tanto dolor de cabeza, todo por su ego, su odio y sus tonterías... ¿Irónico, no? Cuando el psicólogo me recomendó escribir un diario nunca pensé que sería tan deprimente. Ver cómo no he podido tomar el valor para terminar con ella, ver cómo ha hecho tanto drama hasta de la cosa más pequeña, ver cómo lo que fueron cintas blancas se habían tornado en vulgares cadenas. 


13 de febrero de 2020 


Jueves... Casi llega el fin de semana, pero el viernes las cosas van a cambiar... Lo he decidido ya; Isabella y yo no podemos seguir juntos. 


Mientras estaba en el trabajo lo medité y estoy decidido a terminar con esta relación tóxica. Cuando la conocí era tan atenta y alegre, pero no sabía que debajo de esas sonrisas y besos había una mujer tan posesiva y dramática; hora que se aproxima el "día del amor y la amistad" veo tan evidente que lo nuestro no tiene nada de amor, nada de amistad.


Eran las 7 de la noche. Estaba alistando mis cosas para salir del trabajo. La empresa NingWan-Tech se toma muy en serio la seguridad y la imagen de la empresa, por lo que nuestros dispositivos móviles se quedan bajo llave. 






Caminé atreves de aquél pasillo que derrochaba sobriedad y que estaba tan limpio que parecía recién instalado. Cómo era costumbre, y en ello me remito a los últimos 6 meses. al encenderlo recibí de golpe más de 60 mensajes y 25 llamadas perdidas. 


Hace mucho que esto no me preocupa. De los 66 mensajes recibidos 63 eran de Isabella, las 25 llamadas, como era de esperar, también. 


Sin embargo, 3 mensajes eran de mi mejor amigo, Fernando. Abrí WhatsApp para atender sus mensajes: 


"Pásatela bien, Bro. Me saludas a la bruja. Jsjsjsjsjs" "Nocierto, pero si quieres sicirto :v" 


"El domingo nos vemos sin falta, y te cuento cómo me fue con las morras." 


Sus mensajes siempre tenían ese humor característico e imperante de la cultura actual. Si bien en ocasiones me molestaba no poder hablar de forma "más seria", cierto es que siempre encontrábamos la forma de entendernos.


Fernando era mi amigo desde la primaria. Pasamos juntos prácticamente más de una década y media. A nuestros 26 años podría decir que es la persona con la que más he pasado tiempo fuera de mi familia. Era un idiota, sobre todo con las mujeres, pero independientemente de eso era un gran amigo, tal vez el mejor que alguien puede desear. 


Siempre que necesitaba algo él estaba ahí para mí. De hecho,"La bruja" fue el apodo que él le puso a Isabella después de que le conté la primera vez que me hizo una escena. Eso tendría como dos meses, estábamos Isa y yo viendo una película en Netflix, cuando mi teléfono sonó. Era el número de Fernando, por lo que contesté con confianza y en altavoz. 


-Hola, ¿Eres Damián?- Comentó una voz femenina. Isabella volteó inmediatamente con una mirada cortante. -S..., sí ¿Quién habla?- Contesté. 


-¡Ah, hola! Soy Camila...- 


-¡¿Quién es esa zorra, Damián?!- Gritó Isabella mientras me arrebataba el celular. 


-No lo sé, no sé, es el número de Fernan...- 


-¡¿Cómo no vas a saber?! ¿Me quieres ver la cara de estúpida?- 


-Cálmate, Isa- Repuse intentando tomar mi celular.


-¿Quién te crees, zorrita de cuarta? ¿Acaso piensas que una perra va a quitarme a Damián de mi lado?- Amenazó Isabella a la persona del otro lado del teléfono. -Isabella, cálmate, es el número de Fernando, seguramente es alguna conocida de él.- 


-¡¿Y todavía la defiendes?!- Respondió Isabella mientras aventaba el celular violentamente a mí cara. 


-¡Qué chingados te pasa!- Respondí tras el impacto, - ¿Acaso te volviste loca?- 


-Llámame loca una vez más y te voy a arruinar la vida.- Respondió Isabella aún con odio en su mirada. -¿Crees que no sospecho de ti cuando sales tan tarde del trabajo?, Tu salida es a las 7, ¿Por qué ves mis mensajes hasta las 7:10? ¿Con quién más chingados estás hablando, Damián? ¿Eh? El otro día que te esperé afuera del trabajo venías hablando con una perra, ¿Es ella, no? ¡Responde!-... 


El resto, bueno... Se puede resumir en amenazas, mi frente con una herida por el impacto del celular y una sensación de impotencia por lo sucedido. "La bruja", un título que se ganó a pulso, según Fernando, por "haber cambiando de una dulce 'abuela' a un verdadero dolor de huevos". 


Simplemente respondí a sus mensajes con un sticker y un "Nos veremos el domingo, cuídate. Si necesitas algo me avisas. Ah, y por cierto, no te pases de verga con las morras".


Decidí abrir el chat de Isabella. Ignoré prácticamente todos los mensajes. Los "vi de pasada" solo para escribirle: "Estoy saliendo del trabajo, no ha pasado nada con nadie." Al momento vió el mensaje y me llamó por teléfono. 


-¿Qué pasa, Isabella?- 


-Me tenías preocupada, pensé que se te había olvidado pasar por mí para ir a cenar. O, peor aún, que alguna zorrita se te atravesara en camino. Pero bueno, amorcito, ¿Ya vienes por mí? Obvi me arreglé para ti.- 


-Sí, ya voy para allá...- 


-¡¿Qué pasa, mi amor?!, ¿No estás emocionado? Pues deberías, porque está noche será perfecta; tú, yo nade más.- -Sí... Bueno, te cuelgo, voy a apurarme.- 


-Ah, ¿osea que no quieres hablar conmigo?- 


-No... no es eso, es que tengo que... Apresurarme, y como es viernes y 14, seguro el tráfico estará pesado.- -Bueno, pero me mandas ubicación en tiempo real, porfis.- -...- 


-¿Sí me escuchaste, Damián?- 


-Sí, Isabella, sí... Nos vemos pronto...- Colgué y me tomé unos segundos para respirar. 


<<Solo hoy, Damián... Solo hoy y podrás ser libre...>>


Me subí al modesto carro que la empresa me había facilitado por parte del contrato. Tomé un poco de aire y acomodé el retrovisor. Encendí la radio y me dispuse a ir camino a casa de Isabella. 


Sonaba "I will survive" de Gloria Gaynor, parecía una canción alentadora bajo un contexto tan asfixiante cómo lo es una relación podrida: 


"Go on now, go, walk out the door 


Just turn around now 


'Cause you're not welcome anymore 


Weren't you the one who tried to hurt me with goodbye? You think I'd crumble? 


You think I'd lay down and die? 


Oh no, not I, I will survive 


Oh, as long as I know how to love, I know I'll stay alive I've got all my life to live 


And I've got all my love to give and I'll survive I will survive, hey, hey..." 


Serían unos 40 minutos de recorrido. Las canciones y mis pensamientos difusos eran lo único que me acompañaba dentro del carro; un coctel de melancolía, desesperación y una ligera capa de esperanza.


Cada minuto era devorado por mi mente. <<¿Y si me hace una escena?>>, <<¿Será correcto hacerlo en un lugar público?>>, <<¿Será mejor esperar a estar en su casa para decirle?>> Estoy seguro que cualquiera en mi situación, y tras pasar tanto tiempo con una persona tan cruel dudaría, al menos, cada acción posible. 


Mientras pesaba en ello pasé por un lugar conocido como "Zona Rosa". 


La canción que sonaba ahora era "Maniac" de Michael Sambello. Sin duda la selección musical de la radio era significativa para mi sufrimiento... 


"It's a hard-won place of mystery touch it, but can't hold it You work all your life for that 


Moment in time, it could come or pass you by It's a push-shove world, but there's always a chance If the hunger stays the night 


There's a cold kinetic heat, struggling, stretching for the beat 


Never stopping with her head against the wind She's a maniac, maniac, I sure know..."


Los locales estaban a reventar. Los antros advertían su despilfarro de alcohol y las personas entraban y salían de los hoteles en pro del amor, tal vez en otros casos esperando amarrar alguna amistad. 


Un semáforo antes de salir de esa zona un par de chicas con pelos color verde y unas ropas un tanto extrañas pasaron coreando "Amor entre minas, vaginas unidas; machitos ardidos, nosotras unidas"... 


Una de ellas volteó hacia el vehículo, poniendo sus ojos con cierto desprecio sobre mí. 


-¿Qué mirás, pelotudo?, ¿Acaso no habías visto a dos minas ser más libres que vos?- Comentó con cierta ironía mientras tocaba las tetas de su amiga. 


Intenté fingir demencia, redirigí mi mirada a la carretera y esperé ingenuamente a que pasaran los segundos; El semáforo se pintó de verde y seguí mi camino. 


<<Pf ...>> Pese a todo, algo de razón tenía esa morra, la libertad es algo que había perdido en el horizonte. Estar con Isabella me ha quitado tanto la libertad de ser quien era... Créame que es horrible cuando las personas nos devoran lentamente en pro de encajar en todos lados; peor aún si esa libertad es devorada por "la pareja que te ayudaría a ser tú mismo".


Capítulo II 


Llegué a casa de Isabella. Ella estaba afuera, esperando. -Te venía viendo por el celular, mi amor, qué bueno que llegaste a tiempo.- Comentaba Isabella mientras subía al vehículo. 


El trayecto al restaurante fue pesado, tedioso. Ella actuaba como si nada mientras veía meticulosamente el carro en busca de "alguna señal de alarma". 


Mi mente seguía en discordia sobre lo que pasaría, sobre lo que habría de pasar en aquél restaurante. 


Llegamos a nuestro destino, un restaurante situado a unos escasos 20 minutos de la casa de Isabella. Era uno modesto, pero de buena presentación. La comida italiana siempre me gustó, pero con Isabella en mi vida perdí muchos gustos y placeres. 


Dentro de todo lo malo, bueno, la pasta y los palitos de mozzarella eran bastante buenos. 


La noche avanzaba y hacía lo posible para no revelar mis intenciones ocultas a Isabella. La quería fuera de mi vida, la necesitaba fuera de mi vida... Pero no soy un hijo de puta, por más que ella me hubiera hecho tanto daño, yo me negaba a terminar la relación de mala forma.


-Isa... Tenemos que hablar de algo importante...- Comenté después de que nos sirvieron un par de copas de vino. -¿Es sobre el asenso que te prometieron?- Preguntó Isabella con cierta desconfianza de lo que quería contar. -Ah, bueno, sobre eso las cosas van bien... Pero quiero hablar de lo nuestro. Creo que...- 


Los ojos de Isabella pasaron de un estado a otro en un solo segundo. Las cejas parecían contener un odio creciente y eso, bueno, era algo preocupante. 


-He aprendido mucho contigo, he vivido cosas buenas y malas, pero siento que ya no puedo seguir aquí, creo que deberíamos terminar.- 


Isabella lanzó una ligera risa contenida, casi nerviosa. Me miró fijamente y contenido el grito vociferó lentamente: -Piensa MUY BIEN lo que estás diciendo, Damián, porque te puedes arrepentir por el resto de tu vida.- 


-Eh... Mira, Isabella, es algo que he tenido en mente desde hace semanas... Al principio pensé que era la rutina lo que me hacía sentir incómodo en la relación, pero luego tus ataques, tus gritos, tus celos... Carajo... Hasta el sexo se volvió algo de presión y control por tu parte... No me dejas tiempo para mí, desconfías hasta de tu sobra, Isabella.- 


-¡Bien!.- Isabella quebró la copa de vino en su mano. El sonido agónico de la copa se hizo eco en las mesas vecinas y la sangre de Isabella se mezcló con el néctar frutal.


Todos miraron la escena; ella lo sabía, ella estaba por atacar. Después de un silencio incómodo la mesera se acercó a intervenir. Isabella la calló antes de que siquiera esbozara palabra alguna. 


-No digas nada... Qué nadie diga nada.- 


La mesera me miró en busca de alguna explicación, pero la incertidumbre en mi rostro le hizo saber que yo no sabía que hacer ahora. 


Isabella se levantó, tomó de su bolso un par de billetes de 200 pesos y se los arrojó a la mesera. 


-Esto lo pago yo, Damián... Pero lo que viene, jamás lo terminarás de pagar.- 


Isabella se fue en silencio, dejando sangre en los billetes y en el suelo. La copa partida me recordaba que, pese a sus amenazas, por fin esta horrible relación había llegado a su fin. 


Después de disculparme con los comensales y la mesera, y ya habiendo recuperado cierta tranquilidad regresé al vehículo y me dispuse a ir a casa. Dudé por un momento si prender el radio era buena opción, pero decidí partir de vuelta a casa con el tranquilo silencio de mis pensamientos llenos de alivio.


Capítulo III 


14 de febrero 2020 


Es viernes... Acabo de llegar a casa. Finalmente, finalmente se terminó. Creo que esta ligereza en el pecho es un soplo de vida... 


Isabella tuvo su importancia en mi vida, pero era necesario acabar con su abuso. 


Sé que desde hoy soy un hombre nuevo, y espero que los días siguientes me deparen prosperidad y calma. 


Me levanté normalmente, con la calma de no tener el teléfono sonando por los mensajes de Isabella. Anoche, después de escribir en el diario, bloqueé su número y borre todos mensajes e imágenes que teníamos juntos. No lo niego, fue nostálgico, pero sobre todo fue algo revitalizante, algo inigualable. 


Le envié un par de mensajes a Fernando, pues quería darle las buenas noticias y acordar la hora de nuestra reunión el domingo para celebrar como en los viejos tiempos. Mi día fue bastante tranquilo, prácticamente perfecto. La tarde se deslizó por mi departamento. Estaba viendo la película de "Matrix Revolutions", cuando mi teléfono sonó. Era el número de Fernando.


-¿Qué pasó Bro?- Le pregunté a Fernando con un tono de calma 


-Bro, ¿Qué carajo sucedió anoche?- 


-¿Por?- Pregunté con cierto miedo pues poco o nada había dicho yo sobre lo sucedido. -Te quería contar que ayer finalmente terminé con Isabella y...- 


-Alto, aguanta...- Interrumpió Fernando. -La hija de puta hizo un live en la tarde diciendo que eres un violador.- -¡¿Qué?!, No, no, no puede ser.- 


-Sí, wey; se puso a llorar y como unas tres mil personas la estaban apoyando. Dijo que anoche la estabas manipulando emocionalmente para ir a tu departamento a coger, y que como ha sufrido muchísimo contigo, entró en crisis mientras "cenaban", quebrando una copa de vino, hiriendo su mano derecha.- 


-Pero, espera, ¡eso no fue lo que sucedió!- 


-Dijo que te metería a la cárcel, que eres violador y maltratador.- 


Estaba empezando a prender el control cuando una llamada entró. 


-Espérame, we, es del trabajo...- Contesté la llamada de la compañía. 


"¿Bueno?"


-Buenas tardes, ¿Me comunico con el señor Damián Herrera?- 


-Sí, él habla.- 


-Mire, habla Marcos Torres, me comunico desde el departamento de recursos humanos. La tarde de hoy, un grupo de mujeres presentó una carta de denuncia a su nombre. La señorita Isabella del Valle Orozco ha solicitado, bajo la ley de amparo Acceso a las mujeres a una vida libre de violencia, el cese inmediato de su cargo en la empresa. En caso de no proceder, cuenta con las facultades de arremeter en contra de la empresa.- 


-Pero, déjeme explicarle lo que pas...- 


-Señor Damián, nos vemos en posición de revocar su puesto en la empresa. La imagen pública es importantísima, y no nos podemos permitir quedar manchados por encubrimiento a un violador.- 


-No soy un violador, Isabella se está inventado todo esto, por favor, déjeme explicarle la situación y verá qué...- -Así mismo, el hacer público su despido le dará una imagen excepcional a la empresa; las feministas nos aplaudirán y tendremos un apoyo mediático como ningún otro.- 


-¡¿Qué?!- Pregunté con coraje y escepticismo. -¿Qué pasó con la presunción de inocencia?, ¿Cómo pueden hacer algo como ésto?-


-Una disculpa, no hay nada que podamos hacer. En breve le llegará a su correo el documento y su finiquito. Gracias por su atención.- 


El de recursos humanos colgó de golpe, sin siquiera querer escuchar mi versión de la historia. 


-Bueno, ¿Bro?, ¿Qué pasó? ¿Quién era?- 


-Carajo... Carajo... Ah... Era de la empresa... Me corrieron de mi trabajo.- 


18 de febrero de 2020 


Este par de días no había podido escribir... Me la he pasado todo el día en casa, siento que estoy atrapado en una pesadilla. Llegó un citatorio para un juicio, aparentemente el caso de Isabella llegó a los grandes medios de comunicación; la presión obligó a la fiscalía tomar cartas en el asunto. "En caso de no responder a este citatorio, la fiscalía tomará medidas drásticas con el fin de llevar justicia a la víctima". 


Afuera de mi casa, en estos momentos, hay un colectivo feminista gritando y cantando cosas. Tengo un hueco en el estómago... 


Mis "amigos" me han dado la espada, bueno, todos menos uno... Fernando me ha apoyado mucho, es el único en quien puedo confiar...


Me levanté, aventé mi diario en una esquina de mi cuarto. Me moví en silencio para ver por la ventana. 


Un grupo de aproximadamente 26 mujeres gritaban, cantaban, hacían el circo completo. 


Un par portaba una foto mía con la leyenda "Violador, Maltratador", otra tenía una foto de Isabella con la leyenda "Nosotras te creemos, unidas nos queremos". Reconocí a un par de ellas, las había visto en zona rosa el viernes pasado mientras conducía a casa de Isabella. ¿Tan pequeño es el mundo y tan grandes son sus problemas? Malditas locas, ellas no saben qué pasó realmente... Solo van como borregos idiotas obedeciendo a lobos... Carajo... 


¡Crash! 


Se escuchó un cristal roto. El vehículo que me había proporcionado la empresa había perdido su parabrisas. Un par de palabras con graffiti verde se posaron en el cofre: "Violador" "Machito" "Muerte al patriarcado".


Capítulo IV 


19 de febrero de 2020 


Isabella... ¿Por qué? 


¿Por qué? 


¿Por qué?... 


Isabella difundió un video de nosotros teniendo sexo. Afirmó que estaba bajo el efecto de drogas y que yo las había puesto en su sistema para abusar. <<¿Desde hace cuánto tenía ese vídeo?>> <<¿Por qué nos grabó sin mi consentimiento?>> Obviamente yo no le había dado nada, de hecho ella me obligó a coger ese día. Me dijo "házmelo como si estuviera dormida"... Hija de puta... Todo estaba planeado, todo... Ella me quería solo para ella, y si en algún memento esto se terminaba, mierda, ella acabaría conmigo. 


Esa fue la gota que derramó el vaso. Las noticias hacían eco y eco, y las cosas cada vez más se salían de control. Mi celular había quedado inservible después de un golpe que le di por la impotencia... No sabía más, no quería saberlo. 


Afuera el mismo grupo, el mismo grupo de idiotas útiles al actuar de mierda de Isabella... 


No paraban de cantar...


No paraban de gritarme... Sabían que estaba aquí, sabían mi rostro... Pero las hijas de perra no sabían lo que había pasado, no sabían ni les importaba... 


Un grupo de patrullas llegó a mi edificio, sabía perfectamente lo que pasaría. Las feministas abrieron paso y alentaron a los policías a "bajar a ese machito violador". Tenía miedo, sentía odio. 


Las escaleras del departamento sonaban a lo lejos, ¿Unos 6, 8 policías? Poco a poco sus pasos sonaban más y más cerca. Afuera, más y más cánticos. 


¡Toc! ¡Toc! ¡Toc! 


-¡Policía judicial, abra la puerta, tenemos una orden de aprehensión!- 


En ese momento, los golpes se hicieron patadas, las patadas, eventualmente, abrieron la puerta. Sabía, sabía que era inocente, pero también sabía que nadie me habría de creer. 


Por primera vez abrí las ventanas, el sonido de las feministas y los medios arrumbados era ensordecedor. ¿Qué carajo les pasa? Miré hacia abajo, unos 6 pisos de altura...


Me señalaron, me venían con odio y ansiedad. Me veían igual que a un monstruo... 


Los policías estaban afuera de mi cuarto, sabían que yo estaba aquí... 


La puerta no duraría mucho, tenía miedo, tenía el pecho apunto de explotar. 


-Estamos amados, por favor salga con las manos en alto.- Escuché detrás de la puerta mientras la manija se movía de un lado a otro. 


-¡Por favor, lo puedo explicar!- Grité con la voz quebrada, casi al punto del llanto. 


La puerta se abrió. 


-Tiene derecho a guardar silencio.- 


Dijo un agente, de bigote y con los ojos de haberse llevado el premio gordo. 


-¡No, no no, ustedes tienen que escucharme!- Repuse con la poca energía que habitaba en mis pulmones. El agente hizo una señal y un tipo se acercó a mí con las esposas en las manos. 


-¡No, no! ¡Aléjate de mí!- 


Me movía hacia atrás hasta tocar con la espalda la ventana de mi habitación. 


-¡Agárrenlo!-


Capítulo V 


Con el codo rompí la ventana. Algunos pedazos de ella se quedaron en mi piel. Los policías intentaron acercarse rápido para someterme, pero la desesperación solo me hizo saltar por la ventana. 


La caída era lenta, solo veía todo lo que había pasado. Sentía miedo, sabía qué pasaría al caer, sabía que ese sería mi final. Vi mi vida pasar, vi mi muerte tan cerca, vi la impotencia y el odio... El odio... Isabella... ¿Por qué hasta en mi muerte llegas a joder?... 


Todo entonces se volvió oscuro, todo se volvió un dolor que se escurría por la eternidad. Solo escuché gritos, comentarios... 


-¡Santo Dios!...- 


-¿Desde donde se aventó?...- 


-Un violador menos...- 


-Se hizo mierda el tipo este...- 


-Abran paso, abran paso...- 


-Se desmayó la muchacha de la impresión...- 


-Hasta acá salpicó...- 


-Quedó irreconocible...-


-¡Ya no respira!- 


-93-15, tenemos un 10-12, hombre muerto, hombre muerto...- 


-Cierren el perímetro...- 


-Vete a la verga, que perro asco- 


-Toma foto, ahí, ahí...- 


-El boludo se re´ partió completito- 


-En exclusiva, el joven acusado de violación, Damián H, ha saltado...- 


"..." 


Todo se volvió silencio. Me sentía dormido, flotando, sin nada y a la vez en todo... Solo sentí fluir y descansar... Sentí una sensación extraña en la frente, una especie de calor viscoso, tibio. De momento recordé lo que había pasado, instintivamente abrí los ojos. 


Estaba en una habitación desconocida, definitivamente no era un hospital. Apenas podía distinguir las cosas. Solo veía una especie de recortes en la pared blanca y unas banderas dispuestas en la pieza. 


Intenté moverme, pero sentía dormido todo el cuerpo. <<¿Quedé parapléjico?>> <<¿Cómo sobreviví a eso?>> Pese a no sentir mis manos, noté que podía parpadear con cierta normalidad. 


Click


Una puerta se abrió dejando ver a una chica con una taza en la mano. 


Cómo pude enfoqué mi mirada en ella. 


-¡Mariela!, Me tenías re' preocupada, qué bueno que te despetás.- Dijo la chica con una enorme sonrisa en el rostro. 


-...- 


Intenté responder pero me costaba mover articular palabras. 


-Che, tranquila, descansá un poco, te acabás de despertar, llevás, posta, 6 horas así.- 


-¿Qué... pasó?- Dije con una voz un tanto rara, como nasal, casi desgarrada. 


-Vos tranquila, Mari, que solo te desmayaste por la impresión de lo que sucedió en la mañana.- 


-¿En la mañana?- Dije con una voz un poco más clara pero confundida. 


-Sí, ¿No te acordás? Fuimos con el colectivo a protestar a la casa del violador ese y, en un momento, llegó la yuta y se aventó el boludo por la ventana.- 


-...- 


-Creo que cuando vos lo viste, te impactó tanto que caíste desmayada. Por suerte las pibas nos ayudaron a cargarte y Roxana nos dio un viaje a tu casa.- 


-¿Murió?- Dije con una voz qué ahora veía que no era para nada la mía.


-Sí, obvio. No pensé que terminaría así... Pero bueno, como vos decís,"un machito menos es una escoria menos".- 


Quedé atónito, estaba confundido pero, por sobre eso, estaba empezando a sentir como poco a poco me podía mover. 


Levanté mi mano, era pálida, tenía una especie de tatuaje en el antebrazo. Las uñas eran color morado, un tanto descuidadas. 


-¿Qué pasa, Mari?... Ah, ya sé, ¿Estás buscando tu pañoleta?- Dijo la chica mientras sacaba de una mochila un pañuelo verde. -Ten, se te desenrolló cuando te movimos de la acera al vehículo.- 


Extendí mi mano y tomé el pañuelo verde, tenía una especie de mensaje en tinta morada. "Mariela" "Ni una menos". 


-Yo...- Por alguna razón mi pronunciación era extraña, pues juraría que se había escuchado "Sho". -Yo... Creo que tengo la cabeza algo nublada.- 


-Ah, no te preocupés, te traje un mate para que te recuperés lo más pronto posible. Tomá, de mientras voy a avisarle a las pibas que ya estás mejor.- La chica se levantó de la cama y se movió en dirección a la puerta. -Besitos, hermana, ya vuelvo.- 


Click


<<¿Hermana?...>> 


Con los ojos más nítidos pude ver la habitación. Era medianamente grande. Una cama en medio, con sábanas blancas. En la paredes habían imágenes de mujeres en protesta, banderas púrpuras con el icónico simbolismo feminista. 


Poco a poco pude percibir aromas. Olía a incienso de jamaica y té verde. Con las manos ya "despiertas" toqué mi frente. Tenía una compresa rosada, tibia. Al retirarla mechones de pelo verdes cayeron sobre mi rostro. 


Miré hacia abajo, sentía los latidos más intensos, más sonoros y, sí, eran ropas femeninas. Un brassier morado cubriría un par de pequeños pechos, y una blusa negra el resto del abdomen. Tenía una especie de pantalón apretado, y en los pies descalzos las uñas pintadas. 


Estaba vivo, o por lo menos eso parecía. Me levanté de la cama con cierta dificultad. Me sentía ligero, un poco más pequeño. 


Al lado izquierdo de la cama había un tocador con espejo. Me miré, pero miré el rostro de alguien más. 


-Vos... Sos la chica de zona rosa, la perra que estaba afuera del departamento- "Mis" ojos dibujaban miedo, pero también denotaban coraje y sorpresa. Nunca había sido tan expresivo antes con una sola mirada.


Tenía los ojos verdes, y estaban recubiertos con una especie de sombra morada. Tenía brillitos, pero en parte se habían esfumado por el agua de la compresa caliente. -No puede ser- Dije con una voz que inmediatamente me recordó algo: ¿Qué mirás, pelotudo?, ¿Acaso no habías visto a dos minas ser más libres que vos?... 


Toqué este rostro con las pálidas manos que ahora poseía. Noté más detalles. Tenía un septum en la nariz y los labios pintados de morado. 


Dentro de mí pensaba cómo había sido posible esto, ¿Cómo terminé aquí?... ¿Será para siempre?, ¿Será solo mi cerebro dando unas últimas imágenes antes de morir completamente?... Isabella... ¿El odio? ¿El odio a Isabella me mantuvo con vida? 


Un pequeño mareo trajo a mi mente una especie de memoria borrosa: 


-¿Viste que están quemando en redes a un machito llamado Damián?- 


-No me digás, dejáme adivinar. Hombre, blanco, sis... Típico Machito privilegiado.- 


-Justo, y la víctima, que se llama Isabella, dio su dirección y levantó una denuncia.- 


-¿Querés ir?-


-Obvio, decíle a las minas, vamos a sacar lágrimas de Machito.- 


Yo... Yo era... ¿Esos son los recuerdos de este cuerpo? Me miré al espejo una vez más, sentí un poco de asco. <<¿Un machito en mi cuerpo?>> Ah... No, espera... Yo soy Damián... Pero, esos recuerdos… 


Esos son los recuerdos de esta morra... ¿Qué carajo haré ahora? 


¡Toc! ¡Toc! 


-Mariela, ¿puedo pasar?- Dijo la chica que había dejado tiernamente el mate unos segundos atrás, pero que en mis recuerdos, bueno, los de este cuerpo, hacía eco su empeño en joderme la vida. 


-Dále, pasá.- Dije con cierta naturalidad, pero a conciencia de lo que decía. 


La chica entró con un iPhone en la mano, y mientras se acercaba a mí dijo: 


-Las pibas se alegran de que estés bien, ¡ja!, Incluso dijeron que vendrían mañana a verte, hermosa.- Una parte de mí se sintió aliviada, alegre, pero otra sentía odio, rencor...


-Mirá, salimos en la TV.- La chica tomó su teléfono y me enseñó un vídeo de El Universal, bajo el título "El caso Isabella termina en tragedia: Damián H muere de caída, vídeo". 


Sentí terror, odio, apreté los puños mientras veía el vídeo. La nota, la narración... Carajo, todo era tan perverso. La hija de perra lo logró. "Pero me las pagarás, Isabella hija de puta", pensé. 


En ese momento, hacen mención a las protestas que habían tenido lugar un par de días antes y el mismo día del incidente: 


"Colectivo feminista Ni Una Menos", decía la nota en la parte inferior izquierda. 


Ahí estábamos, mis hermanas y yo luchando contra el patriarcado... <<Espera, ¿Qué? ¿Por qué de pronto me siento tan bien? Es decir, lo estamos derribando, el patriarcado se va a caer; el machito pensó que sería intocable por sus privilegios de hombre blanco heterosexual en un mundo capitalista, pero no yo... Yo... Yo no soy machista, yo soy una feminista por convicción y mujer por decisión. ¿Por qué de repente me siento así? ¿Estará por entrar mi periodo? ¿Tendré que retomar las clases de Yoga con Roxana?>>


El vídeo terminaba con un testimonio de Isabella: "Yo lo amaba, pero era un violador y un maltratador" Decía llorando,"Se aprovechó de mí, y aunque nunca le deseé el mal, me siento tranquila de saber que mi caso de abuso alienta a las mujeres oprimidas a denunciar a sus maltratadores". 


-¿Víste, Mariela?, Nuestro apoyo ayudó a una mujer víctima de maltrato y violación, somos más fuertes unidas... ¿Mariela?- 


Estaba emocionada, nuestra lucha tenía efectos y poco a poco ayudábamos a las mujeres oprimidas. Tanto quilombo, ah... Todas unidas, me siento tan feliz de poder apoyar a Isabella... Isabella... Yo... 


-¿Mari, estás bien?- 


Mire a la chica, se veía un poco preocupada... Ella, esta chica... Una vez más me sentí mareada, entonces... Su nombre era Valentina. Nos conocimos en el instituto, tenemos años de conocernos. Al entrar a la universidad nos unimos a un colectivo feminista. Desde entonces hemos participado en marchas, fiestas, carnavales... Hace dos años nos venimos a México, sus padres laburan para una agencia de viajes; estancia y comida es auspiciado por ellos. En su último cumpleaños nos fuimos juntas a la torre latino, su padre le envió un iPhone nuevo para celebrar.


Hace dos meses se puso re' mal por una ex tóxica, la hija de re mil se aprovechó de ella al estar en el mismo colectivo. Le rompió el corazón a mi hermanita... -Obvio, Vale, solo que me siento un poco aturdida.- Respondí con una sonrisa para calmarla. 


-Ya, va, no te preocupés, iré a comprar unas cosas a la plaza, ¿Querés venir?, Creo que te ayudará un poco el aire fresco.- 


-No no, anda, ve con cuidado. Yo me quedaré a descansar un poco y a acomodar las cosas. Lleva tu aerosol y tu celular por cualquier cosa. Si necesitas algo, me llamás.- -Vale, hermosa, voy que vuelvo.- 


Valentina salió de nuestro cuarto, me quedé sola... Tenía la imagen de aquella mujer en la mente... Isabella... Isabella... Tú... Hija se puta. Yo, yo no soy Mariela, mi nombre es Damián... La hija de puta se hizo la víctima, yo jamás le puse un dedo encima... Ahora ella quedó como la heroína para estas perras. 


Volteé al espejo... Yo, yo era una de esas perras... -¿Cómo puede ser esto?- Pregunté en voz alta -¿Cómo carajo terminé en el cuerpo de esta feminista?, El alma no existe, dios no existe... Carajo, ¿Cómo pudo pasar?- Me agarraba la cara. El septum en mi nariz... el septum en la nariz de este cuerpo se sentía ligeramente frío en mis... las palmas de sus manos.


Tal vez... Tal vez la realidad es una ilusión... Sí, como en Matrix... Mi código, si es que lo puedo llamar así, tal vez, se sobre-escribió en el cuerpo o mente de esta tipa... Pero... Entonces, ¿Qué hago ahora?... 


Me miré al espejo... Era... Bastante linda, aunque no soy mi tipo... Tenía unos ojos lindos, unos labios tersos... Pero mi look era peligroso, agresivo, femenino. 


Me miré, con curiosidad, con cierta exploración en la mirada. Deslicé la mano por el brassier morado que me cubría, con la punta de los dedos tomé la unión de las copas y jalé hacia abajo. 


<<Wow... Son... Lindas, pequeñas... Qué lindas lolas tengo.>> Sentí una especie de tensión en los pezones. Eran ligeramente rosados, pero tenían tonalidades más oscuras. Una duda inmediatamente se presentó en mi. Mire abajo, desabroché el pantalón y lo deslicé hasta ver mi ropa interior. 


Era un pantie negro, me gustaba mucho porque era cómodo y me hacía sentir segura. Baje un poco para ver más. Al parecer he decidido no depilar mi zona íntima desde hace dos meses, cuando la representante del colectivo nos dio una charla sobre cómo la depilación era una imposición del hombre blanco... 


Pero, yo soy un hombre... O, ¿No? 


Baje el pantie y descubrí mi vagina...


-La concha de la lo...- 


Me quedé viendo con asombro algo que toda mi vida había visto. Mi vagina era tan nueva y tan conocida que no sabía exactamente a dónde estaba llegando... <<Debería depilarme, Isabella decía que es antihigiénico...>> 


Volví los ojos al espejo, una imagen panorámica de una joven de no más de 25 años me devolvió la mirada... era yo, pero no era esta chica. 


Me acomodé la pantie y el brassier. Me senté en la cama, cerré los ojos, repire lentamente mientras repetía en mi mente: <<Yo soy Damián Herrera, soy Damián Herrera, soy Damián Herrera...>>


Capítulo VI 


Era extraño... Sabía quien era, Sé que soy Damián, pero sé que no soy ese machito. Recuerdo cuando caí del sexto piso, pero también recuerdo ver a ese machirulo aventarse por la ventana... Yo... Yo recuerdo a Isabella... 


Isabella fue la causante de mi muerte, la hija de puta manipuló a todo el mundo con la finalidad de... de... mostrar su valentía, che, la re banco. Si más mujeres fueran como ella y denunciaran a los pibes como ese tal Damián, boluda, seríamos una máquina imparable de... de... de hijas de perra siguiendo una lucha que no saben si es real. Mierda... Yo, yo crecí siempre siendo un buen tipo, siempre intenté ser buena persona... Incluso, cuando terminé con Isabella intenté no ser un culero... pero... pero... ver que mis hermanas y yo hemos salido en las noticias me hace sentir tan bien y empoderada... Diosas, sé que estoy en el camino correcto, el patriarcado va a caer, nos han hecho tanto daño con su sistema capitalista y explotador de cuerpas disidentes como el de nosotras y... ¿Diosas? Yo no creo en dioses, siempre fui un chico apasionado por la ciencia... Dios es simplemente una idea a la cual... ¿No es muy de machito pensar que dios es hombre? ¿Y si dios es una mujer trans negra?


Obviamente los machitos sis blancos ultra religiosos se llevarían las manos a la cabeza. Tienen la mente tan cuadrada y con tanto machismo internalizado que si una mina les dice algo serían capaces de agredirla. Son re homófobos, atrasán mil años... 


Me levanté, me sentía enérgica. Busqué mi móvil, Vale seguro lo dejó en el comedor. 


Me dirigí hasta encontrarlo al lado de la carpetita dónde hacemos nuestras sesiones de Tarot separatista. Uy... Ahora que recuerdo no he revisado mi horóscopo... Desbloqueé mi teléfono y procedí a abrir instagram. <<¿Debería esperar a Vele? Sí, ella siempre me espera para ver los horóscopos>>. Cerré Instagram y abrí TikTok. Fue súper cool ver en mi inicio los TikToks de mi amiga Vanessa. Estaba cantando una canción que me hace llorar y super reír. Tipo,"Hermana, yo te banco","si tocan a una nos unimos todas". Obviamente le escribí: 


"Vane! Hermosa! Sos la mejor, te mando un besito y sabés que eres la más, <3" 


Inmediatamente me marcó un corazoncito, entre nosotras nos damos el amor y el cariño que esta sociedad machista nos niega.


Después siguió otro TikTok de una mina que nos enseñó a cómo fabricar diamantina súper súper económica para las marchas. Le envié un mensaje preguntando en dónde se había comprado su pollera, que tenía, onda, una mina abrazando a otra mina que me recordó al tiro a Valentina. 


Vale es como mi hermana, posta, yo daría mi vida por ella... El siguiente TikTok era sobre lo ocurrido en la mañana. Una piba resubió un fragmento de un noticiero hablando sobre la muerte de el machito ese. Obvio ella nos alentó a seguir haciendo nuestro apoyo y que juntas haríamos temblar a toda América Latina. 


Ella era muy hábil, posta que tomó cada parte del fragmento del noticiero para evidenciar lo poco que esos chorros sabían de la perspectiva de género y como le daban voz a un tarado que, osea, intentaba defender al machito que agredió a Isabella. 


"Fernando Carbonell, era amigo íntimo de Damián H." Decía la leyenda bajo el tarado. 


"Él era inocente, él nunca habría nada malo contra nadie. Siempre fue un gran amigo, y no era un violador ni un acosador..." Decía el tipo, osea, según haciéndose la víctima ¡Por favor! Sus comentarios ni al caso ¿Entendés?


"Yo era su amigo desde que éramos niños, y siempre me apoyó cuando lo necesitaba... Pero esa... Isabella... Era una tóxica de mucho cuidado, sé que está mintiendo. La sangre de Damián está en sus manos." 


¿Qué? ¿Vos estás escuchando a ese taradito? ¿Decirle a Isabella tóxica? Siendo ella la víctima no hace más que mostrar ese taradito que es un machista encubridor. Él es el estereotipo de macho que esta sociedad alienta... No, mirá, osea, me re molesta que un noticiero le de voz a un encubridor machito sis cuando deberíamos de visibilizar a las víctimas como Isabella, menos mal está mina lo va a destrozar, ese machito quedará aplastado... 


"Sólo espero que Damián nunca olvide, esté donde esté, que yo haré hasta lo imposible para limpiar su nombre. Porque somos amigos... Hermanos, en esta vida y en la otra..." 


Yo... ¿Por qué me siento tan conmovida por las palabras de este machirulo?... Mi, mi cabeza... Yo, ¿Por qué siento algo dentro de mi cabeza?... Ah... Debería marcarle a Valentina y decirle que me traiga algo para la cabeza... ¿Será algo relacionado a lo que me pasó en la manifestación? Le diré a Vale que compre algo y que mañana me acompañe a ver a una doctora.


<<Tendré que ser re delicada para que no se preocupe.>> Tomé mi celular y le marqué a mi hermanita. -Dale, conteatá... <<El tono de llamada de vale siempre me relaja.>> 


El número que está marcando, no está disponible 


-Vamos, Vale... Espero que estés bien, hermanita... En ese momento empecé a sentir una especie de peso en el cuerpo, sobre todo en la parte del pecho. <<Hermanita... Hermano... Hermanos en esta vida y en la otra...>> -¿Qué? ¿Qué me está pasando? ¿Fernando?... Yo... Yo no conozco a ese machito...- 


<<Tal vez tú no... Pero yo sí...>> 


-¿Quién dijo eso? ¡Quién sos!- Sentí mucho miedo... Esa voz, era la de un hombre... ¿De dónde viene? -¿Quién sos? ¿Qué sos?- 


<<Yo... Yo soy Damián... Y tú... Tú eres una de las hijas de puta que me acosó.>> 


-No, eso no...- 


<<No sé por qué terminé aquí, pero cuando pensé que perdí el control ví a mi hermano...>> 


-¡Salí de mi cabeza, machito!- Grité con todas mis fuerzas mientras tapaba mis oídos.


El dolor en mi cabeza me hizo cerrar los ojos... Ese machito hijo se la re mil estaba haciéndome algo. ¿Cómo? ¿Cómo es posible? 


<<Tú... Tú me serás de utilidad.>> 


-Calláte, machito, ¡yo no te ayudaré en nada! No soy la esclava de nadie, yo no haré nada por tí. Soy una mujer libre, ¡Libre! ¿Escuchaste?- 


<<No te necesito a ti; necesito tu cuerpo... Necesito venganza...>>> En ese momento quedé helada... Mi cuerpo se puso como una piedra... 


<<¿Qué? ¿Qué me hiciste, idiota?>> 


<<Un cuerpo no puede albergar a dos conciencias, uno de los dos se tendrá que ir. Tendré que tomar el control completo de tu cuerpo>> 


<<¡Estás loco si pensás que te dejaré hacerlo!>> Tenía miedo... De alguna manera ese machito estaba aquí, ¿Estaré soñando? No, boluda, será una pesadilla... ¿Cómo despierto? 


<<Es que no lo entiendes... Tú fuiste cómplice de mi muerte; el que yo esté aquí ahora no es casualidad. Ahora lo veo...>> 


<<Vos sos un violador, obvio te tenés que morir, maldito machito, ¿Sabés cuántas mujeres sufren de violación? Sos solo uno menos, ¿Captás?, ¡Sos solo uno menos!


<<¡Yo no soy un violador!>> 


<<¡Si lo sos! ¡Entendé, pendejito! Eres un violador!>> <<¡Suficiente!>> 


Mi cuerpo empezó a convulsionar, mi corazón latía fuertemente y un fuerte terror se apoderó de mí. 


... 


Un lago de aguas negras se posaba sobre mis pies. No había cielo, no había sol ni estrellas. 


Ahí estaba, parada, inmóvil. Sentía una sensación rara, pausada, callada. 


Un tipo estaba frente a mí, el machirulo que se mató en la manifestación. <<Esto debe ser una pesadilla>> me decía a mí misma intentando calmarme. 


Él se acercó, pero yo no podía gritar, no me podía mover. Se movía lento, casi en cámara lenta. Intenté decir algo, pedirle que se fuera, que me dejara sola. 


<<¡Alejáte, idiota, alejáte!>> 


-No te preocupes, cuidaré bien de tu cuerpo.- Dijo el tipo mientras sonreía.


Su sonrisa era terrible, me estaba muriendo de miedo. ¡Esa es la sonrisa que tenía ese hijo de puta de Antonio!; Mi ex... Un maldito machista maltratador que abusó de mí... <<¿Por qué tengo que ver esto de nuevo?>> <<¡Diosas, ayúdeme! ¡Despertá, Mariela, despertá!>> 


En ese momento el tipo introdujo su mano en mi vientre. Una sensación de hormigueo empezó a recorrer mi cuerpo, poco a poco su mano se fue introduciendo dentro de mí. Me estaba muriendo, sentía que poco a poco desaparecía,,, 


<<¡Pará! ¡Pará! ¡Por favor!>> Sus ojos estaban llenos de ira, de dolor... <<¿Por qué me haces esto a mí? ¡Yo no hice nada malo! ¡Sos un maldito monstruo! 


Su mano entró completamente en mí... Intenté con todas mis fuerzas moverme, pero no podía... Simplemente no podía... 


<<¿Que no hiciste nada malo?... ¡Mientes! Jamás te importó si quiera cuestionar si era inocente o no, simplemente seguiste el cuento de una mentirosa.>> Dijo el tipo con odio en su garganta. 


<<A las minas se les tiene que creer, ¡ella no estaba mintiendo, sé que decía la verdad!>> 


Su cabeza golpeó mi pecho y sentí como, poco a poco, iba entrando. 


<<No, no... ¡Salí! ¡Por favor! ¡Lo siento! ¡Ya, lo siento!, ¡Por favor, salí!, ¡Salí!>>


Todo su cuerpo entró en el mío, sentía como mi corazón latía, sentía como algo estaba a nada de derramarse... <<¡No! ¡No! ¡Por favor... Cuidá a Valentina! ¡Cuidá a Valentina! ¡Cuidá a mí hermanita!>> 


... 


"Abajo el patriarcado, se va a caer, se va a caer. Arriba el feminismo, que va a vencer, que va a vencer. Arriba el feminismo, que va a vencer, que va a vencer." 


Un teléfono sonaba sobre una mesa de centro blanca, con el nombre "Vale", con un icónico tono de llamada. Un poco de saliva estaba deslizándose por mi barbilla. Me reincorporé mientras secaba con mi mano izquierda y tomaba el celular con la mano derecha. Deslicé mi dedo para contestar la llamada. 


-¿Aló, mari?, disculpá, no podía contestar porque estaba cargando las bolsas. ¿Todo bien? ¿Necesitás algo?- -Hola, Vale. No, sólo era para decirte que ya me sentía mejor...- 


-Oh, qué bueno, hermosa. ¿Cuando esté en el piso revisamos nuestros horóscopos para la semana?- -Obvio, hermosa, obvio...-


-Ya, Mari, entonces te veo en un rato. ¿Podés ir preparando la ensalada? Ya llevo el pan y las tostadas.- 


-Obvio sí, Vale, andá con cuidado.- 


-Vale, chao, besito.- 


-Chao...- 


Me levanté, respiré hondo y puse mis manos en la cara... -Oh... Mariela, tu cuerpo me será de utilidad, y tus recuerdos serán la llave que necesito para poder consumar mi venganza... Pero primero, bueno, tendré que contactar con Fernando.-



NOTA DEL EDITOR: ¿Qué puedo decir de esta historia? es genial! , permite explorar un concepto tabú con temas delicados como el feminismo, incluso podría convertirse en una apología. Si la autora de la historia llega a leer esto alguna vez: Tienes talento! Solo espero que algún día la autora Brendan Calman puede mostrar más de su trabajo al continuar esta interesante historia. 


4 comentarios:

  1. Esta historia viene de otro blog si mal no recuerdo aún espero la siguiente párate pero estoy de acuerdo de hecho es algo que poco leo en estos blogs y me pareció interesante de leer la verdad

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  2. ¿Subiras la parte dos??

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  3. Me gusto mucho la historia, creo que desperte un nuevo fetiche

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  4. Wowww, que buena historia, espero que saques la parte dos

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